El ritmo de las acciones no puede dictarlo el último en actuar

22 de Febrero de 2021

Los 100.000 millones de prendas de vestir que se producen cada año tienen un impacto considerable en las personas y en el planeta.

Ganni clothing

Entrevista sobre moda sostenible con Nicolaj Reffstrup, fundador de GANNI, y Ulrika Modeer, Subsecretaria General del PNUD.

La moda es una industria de USD 3 billones que emplea a unos 300 millones de personas a lo largo de la cadena de valor. Dada su escala, la industria de la moda sostenible puede contribuir de manera significativa al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, los 100.000 millones de prendas de vestir que se producen cada año tienen un impacto considerable en las personas y en el planeta: condiciones laborales injustas o incluso inseguras, la degradación de los suelos y la deforestación, entre otros. El PNUD trabaja en diferentes áreas para abordar muchos de estos desafíos.

Las acciones que la industria está tomando también son indiscutibles gracias a iniciativas como la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática y el Pacto de la Moda. Algunas empresas están adoptando enfoques capaces de hacer de la sostenibilidad el último grito de la moda. En 2021, el PNUD conversará con líderes de la industria sobre cómo estos abordan algunos de los desafíos más complejos del sector. Arrancamos con una entrevista entre Ulrika Modeer, Subsecretaria General de la ONU y Directora de la Oficina de Relaciones Externas y Promoción del PNUD, y Nicolaj Reffstrup, fundador de GANNI, llevada a cabo al término de la Semana de la Moda de Copenhague.

Ulrika: Nicolaj, me gustaría comenzar por preguntarte si GANNI es una empresa de moda sostenible.

Nicolaj: No nos consideramos una marca sostenible porque reconocemos la contradicción inherente entre ser una industria que crece y que se impulsa con la novedad, y el concepto de sostenibilidad. Sí consideramos, en cambio, que convertirse en una versión más responsable de nosotros mismos es una obligación moral.

Ulrika: ¿De qué manera GANNI ha trabajado para incorporar la sostenibilidad y la contribución para el logro de los ODS a su actividad?

Nicolaj: Decidimos trabajar en pos del Objetivo 5 sobre igualdad de género, el Objetivo 12 sobre producción y consumo responsables, y el Objetivo 13 sobre acción por el clima, y nos comprometimos con las metas establecidas en la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática. En los últimos dos años lanzamos más de 40 iniciativas responsables en consonancia con esos Objetivos. Presentamos GANNI Repeat, que facilita el alquiler de prendas; suscribimos un compromiso con la iniciativa de la Fundación Ellen MacArthur sobre la Nueva Economía del Plástico, y volvimos a evaluar el modo en que contrarrestamos las emisiones de carbono, entre otras cosas. Asimismo, lanzamos otras modestas iniciativas, como la de utilizar los residuos de café para cultivar hongos y adoptar una energía renovable. El cultivo de hongos por sí solo no salvará al planeta, pero es un excelente recordatorio de que seamos más responsables y promovamos el microactivismo. Toda acción, por pequeña que sea, cuenta, y los pequeños pasos que demos ahora son los más importantes.

Ulrika: Para alcanzar los ODS, puede ser necesario que los Gobiernos aumenten las regulaciones para salvaguardar o garantizar la protección de la salud humana, los recursos naturales, y los medios de vida. ¿Cómo pueden los Gobiernos crear iniciativas para que las empresas se queden en el país de origen, sobre todo si ello implica mayores costos de producción que quizás en otros países?

Nicolaj: Siempre he dicho que los políticos deberían imponer tributos más altos a las actividades no sostenibles, ya sean sociales o ambientales. La industria necesita aumentar la rendición de cuentas, algo que para GANNI es muy bienvenido. Si viéramos ese tipo de medidas por parte del Gobierno, ello empujaría a la industria a buscar soluciones a los problemas actuales. Ya podemos ver que la inminente iniciativa de la Unión Europea sobre la ampliación de la responsabilidad de los productores ha comenzado las conversaciones necesarias. Las empresas, desde luego, también enfrentarán desafíos; una prenda de vestir más sostenible puede costar más.

Ulrika: El cambio también estaría en consonancia con la creciente demanda de los consumidores de una mayor transparencia y sostenibilidad. ¿Qué pueden esperar los clientes de GANNI?

Nicolaj: Creemos que la moda puede ser una fuerza positiva, un vehículo para el cambio. Queremos tomar mejores decisiones, de modo que para nuestra comunidad también sea más fácil tomar mejores decisiones. Hemos visto un aumento del interés de la comunidad; nos hace más preguntas y se va sintiendo más cómoda para advertirnos cuando creen que no estamos abordando las cuestiones fundamentales asociadas a la sostenibilidad. Aspiramos a crear una colección que no suponga un daño para el medio ambiente al momento de producirla o usarla, o después de su vida útil. El año pasado trabajamos con un programa del PNUD, “SDG Accelerator”, para que las pequeñas y medianas empresas comiencen a convertir todo esto en realidad, y nos ayudaron a avanzar con rapidez en el trazado de un mapa de la cadena de valor y las opciones de textiles de GANNI.

GANNI Lab es otro proceso que presentamos y que arrojó importantes resultados. Aumentamos el uso de materiales orgánicos, certificados y reciclados, de apenas el 4 % en julio de 2019 al 52,5 % en agosto de 2020, y estamos resueltos a alcanzar más del 70 % en 2021.

Crear una colección libre de impacto como marca comercial de moda es prácticamente imposible en estos momentos, al menos si se necesita tener un precio aceptable para los clientes y producirse a escala para un mercado extenso. Lo que sigue en nuestra lista es la trazabilidad. Nos comprometimos con el 100 % de visibilidad y trazabilidad en cada etapa de la cadena de valor para 2023.

Ulrika: El tipo de cambio transformador que se hace necesario en la industria requerirá el trabajo de algo más que un puñado de actores. ¿Qué les dirías a las empresas que desean ser más sostenibles pero que temen arriesgar la inversión?

Nicolaj: Si desean dar un verdadero paso, tienen que arriesgarse a hacer cambios y a comprometerse de forma pública. Dar a conocer públicamente ese compromiso te ayuda a cumplirlo y a mantenerte en el camino correcto. Sin duda, algunas veces nos hemos equivocado. Pero nuestra transparencia guarda una relación coherente con nuestra obligación moral de mejorar. Queremos incrementar el uso de telas sostenibles, pero este tipo de material es más costoso que la opción convencional, un precio que el cliente podría no estar dispuesto a pagar. De modo que las empresas tienen que estar dispuestas a invertir en ese rubro.

Ulrika: Muchas gracias, Nicolaj, por tu tiempo y tus francas respuestas. Creo que el mensaje es claro: el cambio es posible cuando hay compromiso e inversión. Mientras GANNI es honesto al admitir que todavía queda mucho trabajo por hacer, quizás lo más importante es que la tarea ya está en marcha. Es imperante que se aborden las prácticas no sostenibles e injustas en la industria de la moda, y el ritmo de la acción no puede dictarlo el último en actuar. Además de los beneficios ambientales y sociales, puede haber además ventajas comerciales. Conforme los países ajustan las regulaciones de tal modo que estas reflejen las metas de desarrollo sostenible, y los consumidores demandan una mayor transparencia, es posible que las marcas que ya empezaron a incorporar la sostenibilidad sean las que lleven la delantera en este nuevo espacio.   

Radicada en Copenhague y administrada por sus propietarios, el equipo integrado por el matrimonio entre la Directora Creativa Ditte Reffstrup y el fundador Nicolaj Reffstrup, GANNI ha tenido un desarrollo exponencial durante los últimos años con su estilo Scandi 2.0 lleno de personalidad y contrastes. GANNI busca brindar a las personas que usan sus prendas un sentimiento de seguridad y de que todo es posible. Para nosotros, actuar de manera responsable es una obligación moral. Estamos embarcados en un proyecto para reducir al mínimo nuestro impacto social y ambiental, y nos empeñamos en ser una versión más responsable de nosotros mismos cada día. En 2020, presentamos GANNI Gameplan, con el que nos fijamos 44 metas tangibles que debemos alcanzar en 2023 según cuatro pilares primordiales: las personas, el planeta, el producto, y la prosperidad.