Desminando el camino hacia el desarrollo sostenible

ONU Desarrollo
6 min readApr 4, 2022
Las minas terrestres y otros restos explosivos han provocado la muerte de cientos de personas en la última década. A su vez, también dificultan la recuperación temprana y el desarrollo sostenible a largo plazo. Foto: PNUD Yemen

Cuando la paz regresó a Camboya, después de décadas de guerra, las personas desplazas por el conflicto volvieron a sus pueblos y granjas. Entre ellos estaba Moeurng Phan. En 1993, en Veal Vong, su pueblo, situado al noreste del país, había empezado a recibir a sus antiguos habitantes.

“La vida era muy difícil”, dijo Moeurng Phan. Ella trabajó con su sobrino en una granja pese a los riesgos: el pueblo estaba rodeado de 17 aldeas de minas (un tamaño equivalente a 121 campos de fútbol). “Tuvimos que reclamar nuestra tierra o de lo contrario nos quedaríamos sin nada”, expresó.

Su sobrino se estrelló contra una mina antitanque mientras conducía un tractor y murió. “No pude hacer nada por él. Estaba profundamente conmocionada”, declaró. En este pequeño pueblo, 49 personas han muerto o se han lastimado por minas sin explotar.

En colaboración con el gobierno y otros socios, el PNUD comenzó a trabajar en la acción contra las minas en Camboya hace 30 años. Fotos: PNUD Camboya

Con el apoyo del PNUD, el gobierno, Cambodian Mine Action and Victim Assistance Authority (Autoridad camboyana de acción contra las minas y de asistencia a las víctimas) y Cambodian Mine Action Centre (Centro camboyano de acción contra las minas) comenzaron a desminar los territorios contaminados. “Empezamos a retirar minas en 2004”, dijo Noum Chhayroum de la Unidad de Planificación de la Acción contra las Minas en Veal Vong. “Encontramos 398 minas terrestres, 32 minas antitanques y otros 229 explosivos”, explicó.

Desminando los campos

En 2019 fueron limpiados los últimos territorios contaminados en Veal Vong. “Ha habido un gran cambio en los últimos años”, dijo Morn’Mon, jefe adjunto de la aldea. “Ahora muchas personas tienen tractores. Hay instalaciones para secar el maíz. Hay granjas de animales. Ahora podemos comercializar nuestros productos”, finalizó.

Los perros y otros animales han sido entrenados para detectar minas terrestres y otros explosivos. Foto: PNUD Camboya

El PNUD inició su labor en acción contra las minas en Camboya hace 30 años. Mediante la alianza y los esfuerzos conjuntos del gobierno, la autoridad nacional, las fuerzas armadas y los operadores antiminas, se han limpiado 2.300 kilómetros cuadrados de terreno, se destruyeron cuatro millones de municiones sin explotar y se beneficiaron 7,5 millones de personas en el país.

“Las minas antipersonal y los restos de explosivos de las guerras han causado miedo y sufrimiento a individuos, familias y comunidades, impactando significativamente en las perspectivas de desarrollo de la nación”, declaró Alissar Chaker, Representante Residente del PNUD en Camboya.

Ella señaló que el trabajo de acción contra las minas “brindó la oportunidad a algunas de las personas más vulnerables y empobrecidas de mejorar sus medios de vida a través del acceso a tierras limpias, las cuales ahora están listas para usarse de manera productiva”.

Se han desminado 2.300 kilómetros cuadrados del territorio camboyano en tres décadas. Sin embargo, aún quedan 200 kilómetros cuadrados por rastrear. Fotos: PNUD Camboya

Todavía quedan campos por rastrear

En Camboya, todavía quedan 200 kilómetros cuadrados de tierra por desminar. Aún queda mucho trabajo por hacer en el país, así como en otros países afectados en todo el mundo. Las minas terrestres, las municiones en bloque y otros restos explosivos de las guerras continúan presentes en más de 60 países, la mitad de los cuales son los más pobres del mundo.

En la última década, más de 350.000 personas han muerto o han sido mutiladas por armas explosivas, de acuerdo con Action on Armed Violence (Acción contra la violencia armada), de los cuales el 75 % fueron civiles. El Landmine Monitor (Monitor de minas terrestres) señala que el número de víctimas ha incrementado desde 2013.

Las minas terrestres, las municiones en bloque y otros restos explosivos de las guerras continúan presentes en más de 60 países, privando a las comunidades el acceso seguro a las tierras productivas. Fotos (de derecha a izquierda): PNUD Bosnia y Herzegovina, PNUD Yemen y PNUD Camboya

Los restos de explosivos de las guerras no solo quitan vidas y miembros corporales, sino que dificultan la reconstrucción y la recuperación, privando a las comunidades de tierras de cultivo seguras. El PNUD cree que la acción contra las minas acelera el desarrollo sostenible, proporcionando puestos de trabajo, medios de vida, seguridad alimentaria, agua y saneamiento.

30 años de acción contra las minas terrestres

En las últimas tres décadas, el PNUD y sus socios han trabajado en más de 50 países para hacer frente a los desafíos que plantean las minas terrestres, proporcionando educación sobre el riesgo de los artefactos explosivos, brindando asistencia a las víctimas y realizando operaciones de desminado. A través del fortalecimiento gubernamental, el PNUD lleva a cabo programas de empleo de emergencia e iniciativas de desarrollo local, apoyando la reconstrucción de infraestructuras afectadas, implementando planes de repatriación, reconstruyendo la confianza y creando medios de vida seguros.

Por ejemplo, en el Yemen, más de 5 millones de personas se benefician de las actividades de desminado apoyadas por el PNUD y más de 1 millón de personas se benefician de las actividades de sensibilización. Mejor prevenir que curar: promoviendo un cambio de comportamiento a través de campañas de información pública, se puede reducir en gran medida el número de víctimas de las minas. En Viet Nam, el PNUD apoya al gobierno en el desminado, al igual que promueve la educación y la asistencia a los supervivientes, quienes reciben prótesis y rehabilitación.

Diferentes tipos de explosivos se exponen en la oficina de UXO Lao en Luang Prabang. La República Democrática Popular Lao es el país más bombardeado del mundo per cápita. Foto: PNUD República Democrática Popular de Laos / Valter Ziantoni

La República Democrática Popular Lao, per cápita, ha sido el país más fuertemente bombardeado del mundo. El apoyo a las operaciones de desminado del gobierno incluye una nueva metodología de encuesta basada en evidencias. En Tayikistán, el PNUD ha ayudado a desarrollar la capacidad del National Mine Action Centre (Centro nacional de acción contra minas). En Bosnia y Herzegovina y el Líbano, el PNUD asistió a 170.000 víctimas con formación profesional y acceso a pequeñas subvenciones. Por su parte, 300 aldeas en el Líbano están utilizando tierras despejadas de minas para actividades socioeconómicas.

Con asistencia del PNUD, Albania, Guinea-Bissau, Jordania, Mozambique y Uganda se han declarado libres de minas antipersonales conocidas.

“Tierra segura, pasos seguros, hogar seguro”

Las ONU celebra el 4 de abril el Día Internacional de Concienciación contra las Minas 2022 con una serie de eventos en su sede en Nueva York y en sus oficinas de todo el mundo. Entre los eventos en Nueva York se incluye una exhibición en la que el PNUD ha contribuido con una intervención sobre sus 30 años de trabajo en Camboya.

Camboya y Viet Nam han adoptado el ODS 18 sobre municiones sin explotar. Foto: PNUD Camboya

De cara al futuro, todavía queda mucho por hacer para reducir los riesgos y construir un porvenir mejor para las comunidades afectadas por las minas. Los conflictos y la violencia son cada vez más complejos, intensos y urbanizados. Los restos explosivos de las guerras que se quedan en la tierra impiden el regreso seguro de los desplazados, la recuperación temprana y el desarrollo sostenible a largo plazo.

Bajo la coordinación del Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS, por sus siglas en inglés), el PNUD fortalecerá la responsabilidad nacional y construirá nuevas alianzas para ofrecer los servicios que, a través de la acción contra las minas, benefician al desarrollo y construyen comunidades resilientes.

El cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible significa un mundo libre de la amenaza de las minas terrestres y de restos de explosivos de las guerras para asegurar que nadie, ningún Estado y ninguna zona de guerra, se quede atrás.

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