Desarrollo Humano en América Latina y el Caribe mejora más que en otras regiones pero no logra recuperar niveles prepandemia, revela el PNUD

La región puede convertir las crisis en oportunidades para una mayor resiliencia

13 de Marzo de 2024

Nueva York, Nueva York, 13 de marzo de 2024 – El progreso desigual hacia el desarrollo está dejando atrás a las personas en condición de pobreza, exacerbando la desigualdad y avivando la polarización política a escala global. El resultado es un peligroso estancamiento que debe abordarse urgentemente mediante la acción colectiva, según un nuevo informe publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

El Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) 2023/24, titulado “Salir del estancamiento: reinventar la cooperación en un mundo polarizado”, revela una tendencia preocupante: el repunte del Índice de Desarrollo Humano (IDH) global, una medida resumida que refleja el ingreso (INB) per cápita, la educación y la esperanza de vida, ha sido parcial, incompleto y desigual. 

Se prevé que el IDH alcance niveles récord en 2023 después de fuertes caídas durante 2020 y 2021 pero este progreso es profundamente desigual. En el caso de América Latina y el Caribe (ALC), los datos muestran los contrastes y la heterogeneidad de la región que experimentó la mayor caída del Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel global durante 2020-2021 pero que también reportó una fuerte recuperación en 2022, sin alcanzar aún sus niveles prepandemia (2019).

En esta medición, México se mantiene en el grupo de países con un IDH alto, ocupando el lugar 77 entre los 193 países medidos. Al igual que la tendencia seguida por los países integrantes de la OCDE, el IDH mexicano muestra una recuperación post pandemia que alcanzó una puntuación de 0.781, el mismo que el alcanzado en 2019.  Si bien el dato implica que existe una recuperación, la magnitud de esta no ha permitido recuperar el nivel de desarrollo perdido en los últimos tres años. 

Asimismo, los impactos y la recuperación no han sido equitativas entre la población. En materia de igualdad de género, el Índice de Desarrollo de Género mostró para 2022 un ligero retroceso con respecto a su valor en 2021, alcanzando un valor de 0.979, con una brecha de 0.017 puntos entre hombres y mujeres, dado que los hombres mexicanos alcanzan un IDH de 0.787 frente al 0.770 alcanzado por las mujeres. En este mismo ámbito, el índice de Desigualdad de Género mantuvo también un ligero retroceso, al ubicarse en 0.352, situando a México en la posición 84 de 166 países. En este indicador, México ha logrado reducir significativamente la brecha de la participación parlamentaria de las mujeres y mejorado en la cobertura de educación, sin embargo, la participación laboral de las mujeres sigue siendo el indicador con mayores rezagos. De acuerdo con el Índice de Normas Sociales de Género presentado en el informe, los prejuicios contra las mujeres en la población mexicana se agudizan cuando se refieren a aspectos de la integridad física de las personas, para el cual el 73% de la población presentó algún tipo de sesgo, seguidos por las políticas (58%), económicas (33%) y educativas (19%). 

Para medir el impacto de las disparidades de oportunidades entre la población, el IDH ajustado por las desigualdades descuenta al valor del índice las desigualdades en cada dimensión del desarrollo, obteniendo una pérdida del 17.9% del valor del indicador para México, con un retroceso de cuatro sitios en relación con la clasificación global, siendo la desigualdad del ingreso la brecha más importante entre la población. 

En el ámbito ambiental, el ajuste frente a las presiones planetarias, considerando las emisiones de carbono y la huella material para el país, revela una pérdida en el índice en un 6%. 

De acuerdo con el informe, la recuperación en el IDH para México fue impulsada por una recuperación en la expectativa de vida al nacer para las y los mexicanos, misma que alcanzó los 74.8 años, superando los 74.2 años alcanzados en 2019, previo a la pandemia. Cabe señalar que este indicador retrocedió a los 70 años durante el periodo de pandemia. Se advierte que la recuperación no ha mantenido la misma tendencia en el resto de las dimensiones del desarrollo. Por ejemplo, en el ámbito educativo la expectativa de años de escolaridad no ha logrado recuperar los niveles prepandemia, mientras que el promedio de años de escolaridad se mantiene estancado desde 2020. En el ámbito económico, el ingreso per cápita de las personas en México, si bien ha mostrado una recuperación en comparación con los últimos dos años, todavía se encuentra en niveles comparables a los registrados en 2015. Es decir, el indicador muestra un retroceso de casi una década. 

“El aumento de la brecha de desarrollo humano que revela el informe muestra que la tendencia de dos decenios de reducción constante de las desigualdades entre las naciones ricas y pobres se está invirtiendo. A pesar de nuestras sociedades globales profundamente interconectadas, nos estamos quedando cortos. Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras capacidades, para abordar nuestros retos compartidos y existenciales y garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas, declaró Achim Steiner, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. “Este bloqueo tiene un importante coste humano. El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la lucha contra el cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no sólo obstaculiza el desarrollo humano, sino que agrava la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo”, añadió. 

El informe sostiene que el avance de la acción colectiva internacional se ve obstaculizado por una "paradoja de la democracia" emergente: mientras que 9 de cada 10 personas en todo el mundo respaldan la democracia. Este fenómeno es aún mayor en ALC, que ha sido testigo de una creciente insatisfacción hacia esta forma de gobierno con 1 de cada 10 personas respaldando la democracia y el 70% de las mujeres desaprobando su funcionamiento y desempeño, según el Índice de Democracia 2023 publicado recientemente, pero a nivel mundial la región sigue siendo la tercera más democrática. 

El reporte presenta ideas audaces para la acción y que promuevan la cooperación global. Estas incluyen combatir la polarización, cerrar la brecha de agencia e invertir en bienes públicos globales. “Si bien estas ideas pueden parecer ambiciosas y tal vez inalcanzables en un contexto de profunda polarización, es precisamente esto lo que han hecho los Informes de Desarrollo Humano a lo largo de más de tres décadas: plantar las semillas de ideas que tienen el potencial y que en efecto han logrado cambiar el paradigma del desarrollo poniendo a las personas en el centro” dijo Michelle Muschett, Administradora Asistente y directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe. “Este Informe sobre Desarrollo Humano es una invitación a mirar hacia adelante y reimaginar la cooperación para enfrentar los desafíos interconectados que amenazan a nuestro mundo.  No hay otra manera de salir del estancamiento”.

Aunque los informes presentan una clasificación de países según los niveles del IDH, la posición relativa entre países es menos importante que saber en qué nivel de desarrollo se encuentran y hacia qué nivel deberían avanzar.